INFO ABORTO NUMERO 7


EVA LUCHÓ POR TU VOTO PARA QUE DEFIENDAS TUS DERECHOS
 
En lo que va de 2011, más de 50.000 mujeres abortamos ilegalmente. Para las internas abiertas, seremos ya 350.000. Cuando votemos en las presidenciales de octubre, sumaremos 430.000. Desde 1983, las que abortamos somos 14 millones. Aproximadamente la misma cantidad de mujeres somos parte del padrón electoral. Esas 14 millones de mujeres que abortamos, votamos este año presidenta, diputadas, gobernadoras, jefas de gobierno.
Desde 1946 las mujeres populares contamos con una herramienta  estratégica para luchar a favor de nuestros derechos y para protegernos de los poderes monopólicos y asesinos: el voto.  Restringido  por las dictaduras cívico-militares, y  usado  para la sobrevivencia durante los periodos democráticos,  cobró su sentido original durante los últimos años: una herramienta para mejorar las condiciones de vida de las mayorías populares.  La continuidad democrática y un proceso nacional y popular  que hizo eclosión en 2010 posibilitaron que la participación y la militancia dejen de ser patrimonios de pequeños grupos. Desde entonces  las mujeres  populares salimos a la calle, convocadas por un momento histórico que sentimos propio, a reclamar por nuestros derechos y a festejar los logros que dan forma a la nueva cultura que desde la pluralidad vamos edificando sólidamente.
Uno de nuestros mayores aportes a la convocatoria y al desafío de sentar las bases para  una sociedad más justa ha sido poner  en  los medios de comunicación y en el debate parlamentario y social como nunca antes nuestro derecho a abortar libremente, lo que implica dejar de ser explotadas por las redes económica, política y culturalmente mafiosas que juegan con nuestra vida, nuestra salud y nuestro bolsillo.  Y lo hicimos  porque para poder participar de esta democracia que camina hacia la pluralidad y la igualdad necesitamos   poder completar nuestra biografía pública. Poder compartir con otras y otros ese ejercicio de de la libertad mas intima que desde siempre realizamos en privado.   Porque mientras estemos obligadas a  mantener en silencio una parte de nuestra historia como mujeres, gran parte de nuestra historia colectiva como sociedad seguirá ausente, no solo nuestros abortos.
Por eso este 2011 vamos a usar el instrumento que Eva y tantas otras nos legaron para defender  nuestros derechos. Porque es el momento de las luchas populares. Porque no vamos contra nadie sino a favor de todxs. Porque somos mayoría. Porque no hay mas lugar para la hipocresía ni el silencio. Porque nos merecemos la reivindicación y porque no somos víctimas sino protagonistas de cambio.
¡Este año votamos a favor del aborto legal, libre y gratuito!  


Por qué fuimos a Huracán 
Durante 18 años estuvo prohibido no sólo practicar el peronismo, sino nombrarlo. Estuvo prohibido decir “peronismo”, “peronista”, “Perón”, “Evita”, “PP”, y nombrar a las y los funcionarios peronistas y sus familiares. Durante esta larga contramarcha del proyecto nacional y popular, millones se vieron obligadxs a ocultar quienes eran realmente, sus deseos, intenciones, sus objetivos, sus ilusiones. De puño y letra de las corporaciones que se adueñaron del estado se escribió una historia falsa, hipócrita, que invisibilizó a fuerza de criminalización la historia política de gran parte del pueblo.
 
Las mujeres y las lesbianas sabemos lo que significa que tu historia y las de tus compañeras estén proscriptas por las corporaciones de la iglesia, la medicina, el proxenetismo. Tenemos una larga trayectoria de clandestinidad de nuestra experiencia, una contracultura subterránea que transmitimos entre amigas, de madres a hijas, compartidas con docentes, vecinas, tías, amantes, compañeras, invisible para la historia oficial. Que sólo aparece de la mano de la muerte, la excepcionalidad y el terror para ocultar lo que somos y mostrar sólo lo que quieren que seamos. Que oculta a fuerza de prohibiciones las historias de broncas, explotación, pero también de solidaridad, encuentros y alegrías que nos atraviesan desde siempre y que sabemos posibles de antemano. 
Esta contra historia y contracultura incluyen la práctica del aborto y las formas de abortar. La criminalización del aborto funciona desde hace 200 años y aún hoy como esos 18 dolorosos años de proscripción del peronismo, como las décadas de dictadura. Legalizar el aborto construye el diálogo y la sociedad desde el amor hacia las mujeres y las lesbianas, hacia lo que realmente somos, humanas y autónomas, con nuestros abortos.  
 
El 11 de marzo de 1973 la asunción de Cámpora devolvió al pueblo peronista la posibilidad de asumir en público su identidad política. El 11 de marzo de 2010, Néstor Kirchner nos convocó a poner en juego esa identidad en favor de la profundización de un proyecto nacional y popular para todxs.  Este año en Huracán, Cristina nos convoca a seguir construyendo con un profundo amor por las cosas logradas y con una profunda demanda por profundizar esos cambios para que puedan llegar a todxs lxs argentinxs. Es una convocatoria desde la esperanza y desde la certeza. Como mujeres y lesbianas del bicentenario, queremos ser parte de la vida pública y asumir nuestras identidades políticas de manera íntegra, sin hipocresías sobre mujeres y lesbianas excepcionales que no abortan. Fuimos a Huracán con el convencimiento de que la profundización del modelo significa el fin de todas las proscripciones y una época de libertades y pluralidades donde todxs estemos incluidxs. 
Porque abortar es parte de tu vida. Porque somos mayoría. Vamos por más.


Al penalizar el aborto en realidad sólo se está penalizando la pobreza

Entrevista a Mario Franquet, jefe de Guardia del Hospital Evita - Lanús

En una exposición que usted hizo  el año pasado en el IX Congreso Internacional de Salud Mental y Derechos Humanos  afirmo que los/as médicxs tienen una formación militar. ¿Podría desarrollar  un poco más esta idea? ¿Cómo cree que impacta esto en el acceso de las mujeres al sistema de salud, especialmente cuando buscan información o tratamiento vinculados al aborto?
 - Hice referencia a lo publicado por M. Foucault y por E. Menéndez, en nuestro país, sobre la organización militar de la medicina, en especial de los hospitales. Hay que remontarse a que estos comienzan en la historia como “hospitales de sangre” en las guerras y por eso conservan una jerarquía férrea en los profesionales, con jefe de servicio y unidad, cabo de enfermería, pases de guardia, pabellones, etc. No se puede avanzar en procedimientos científicos o éticos (aunque esté demostrado su rigor) sin el consentimiento expreso de la jerarquía.
Este es uno de los motivos por los que en la salud cuesten tanto los cambios de paradigmas. Aunque muchos de nosotros comprendamos la necesidad de incluir mas humanamente a las mujeres que desean abortar o las que ya lo han hecho, se requiere la “bendición”.
Como médico, y tendiendo en cuenta su experiencia como Jefe de guardia de obstetricia, ¿cómo se imagina que sería el efecto de la legalización del aborto sobre la salud de las mujeres y la práctica de los equipos de salud? 
-El día que se legalice el aborto (y es solo cuestión de tiempo) los Prof. de la salud deberán cumplir con la Ley. Claro que no será fácil ni rápido, imagino una catarata de “objetores de conciencia”. No nos olvidemos que al recibirnos juramos obligatoriamente por el respeto a la vida desde la concepción. Pero con el tiempo la realidad moverá al cambio cuando se demuestre lo que ocurre en los países más desarrollados, que han legalizado: No aumentará el número de abortos, pero sí disminuirá considerablemente la muerte materna y las secuelas físicas, psíquicas y sociales del aborto clandestino. Al penalizar el aborto en realidad sólo se está penalizando la pobreza, porque se impide realizarlo en los hospitales, pero quien pueda pagarlo, hoy aborta de forma segura.



¡Un manual para saber cómo hacerse un aborto seguro!

El uso abortivo del misoprostol (las pastillas) lo descubrimos las mujeres. En América Latina, hace más de 30 años, experimentando con nuestros cuerpos. Y descubrimos que es eficaz, descubrimos que es seguro, descubrimos que es fácil de usar.
En el manual “Todo lo que querés saber sobre cómo hacerse un aborto con pastillas” recuperamos ese saber y muchos otros conocimientos de las mujeres sobre algo que practicamos desde siempre: abortar.

Organizaciones médicas internacionales como la OMS y la FLASOG investigaron este medicamento y recomiendan su uso para que las mujeres aborten en sus casas. Utilizamos la sistematización de la información que hicieron estas organizaciones, más la experiencia militante de trasmitirla entre pares: las preguntas y errores más comunes, explicaciones muy claras, ejemplos e imágenes. 

Ahora podés vender el manual “Todo lo que querés saber sobre cómo hacerse un aborto con pastillas” entre tus familiares, amigas, vecinas, compañeras, etc.; si estás vendiendo productos, ropa o comida, en tu casa o en la calle, si militás o trabajás de peluquera, kiosquera, promotora, maestra, enfermera, actriz, profesora… 

¡podés sumarte!

Las mujeres nos auto-organizamos para que el conocimiento circule y todas podamos acceder a él.
Vos podés sumarte a la lucha para combatir el aborto inseguro en el lugar donde vivís, trabajás, estudiás.

Esta es una estrategia para llegar a las mujeres que viven más alejadas. También sirve para que podamos compartir con otras las experiencias relacionadas al aborto y es una oportunidad para ganar algo de dinero. 

El sistema es parecido a la reventa de productos, que es una fórmula muy conocida por las mujeres y bien extendida en la cultura popular: Los primeros 5 libros que se lleven se pagan después de vendidos. La revendedora se queda con un 60% del precio de venta del libro; la otra parte de la venta será destinada a cubrir los costos de la Línea Aborto: más información, menos riesgos y a publicar una segunda edición del libro.
Esperamos que sean muchas las que se inscriban. Las capacitaciones serán durante marzo, habrá reuniones de revendedoras, ferias, prensa ¡y festejos! 

Escribinos a revendedorasdelmanual@yahoo.com.ar


Las lesbianas, el aborto y la libertad sexual*

Donde hay poder hay resistencia. Ante un poder heterosexista y patriarcal ser lesbiana y abortar son maneras de resistir. Es una lucha de todos los días. A veces lo logramos. A veces no, y el poder finalmente nos mata. Nos mata por lesbianas como sucedió con el asesinato de la Pepa Gaitán en Córdoba hace poco más de un año; nos mata por abortar como sucederá este año con aproximadamente 100 mujeres.  

Lesbianas y mujeres nos encontramos en la línea Aborto: más información, menos riesgos. Somos lesbianas quienes escuchamos a través del teléfono los relatos de las mujeres sumergidas en la trama de la heterosexualidad. 

La heterosexualidad te embaraza sistemática y compulsivamente. Te embaraza sin quererlo cuando decidís disfrutar de tu cuerpo y tu sexualidad y no cuidarte, te embaraza cuando tenés un marido, hijxs grandes y creías que ya estabas en la menopausia, te embaraza cuando el chico con el que estabas te insistió para metértela si forro un par de veces o cuando te mintió que tenía hecha una vasectomía. Te embaraza por todas partes, aunque cumplas a raja tabla las reglas de la heterosexualidad misógina: te embaraza cuando tenés un novio, sos completamente monogámica, tomás tus pastillas anticonceptivas religiosamente todas las tardes pero nadie te avisó que si tomabas antibióticos el efecto de los anticonceptivos baja muchísimo, entonces también te embaraza…

Para nuestra cultura heterosexual y machista son siempre las mujeres las últimas responsables de la anticoncepción, del embarazo y del aborto: son ellas quienes toman o no toman la píldora, son ellas quienes acceden o no acceden a coger sin forro, son ellas quienes se embarazan, son ellas quienes abortan. 

Al mismo, en una jugada hipócrita, nuestra sociedad borra, oculta, disfraza la violencia que te embaraza sin quererlo: la violencia de una ciencia que lejos está de pensar en el confort y goce de las mujeres; la violencia en el acceso a los métodos anticonceptivos, acceso muchas veces mediado por personas que responden a prejuicios propios en vez de a sus deberes en tanto agentes sanitarios; la violencia de los hombres, parejas sexuales de las mujeres, que se excusan en una supuesta explosividad sexualidad incontenible o en un “con forro no siento nada”, “me aprieta o queda chico” o un simplemente “no quiero, no me importa” para desentenderse de su responsabilidad en la anticoncepción; la violencia de médicxs que no informan sobre cuestiones importantes que hacen a la efectividad de los métodos anticonceptivos, etc. 

En la línea Aborto: más información, menos riesgos damos información sobre el uso correcto del misoprostol para que una mujer se haga ella misma un aborto de manera segura en su casa. Las lesbianas que atendemos la línea no juzgamos, no aconsejamos, no recomendamos; sí escuchamos muchos relatos e historias de las mujeres que nos llaman. Fueron 5000 en un año. La inmensa mayoría de estos relatos tienen por denominador común, por un lado, la violencia heterosexual y machista que te embaraza; por otro, su contracara resistente: el deseo de no consentir una maternidad no elegida; aborto como práctica deseada.
La sociedad heterosexista quiere controlar nuestros cuerpos. Mujeres que abortan y lesbianas, dos desobediencias. Al nombrar nuestra existencia lesbiana, al mostrarnos, al circular por las calles devolvemos a la heterosexualidad, como un espejo deformado, una imagen de falla: desnudamos que su poder no es completo; al abortar una vez por minuto[1] las mujeres hacen lo mismo. 

Como lesbianas y feministas luchamos por la libertad sobre nuestros cuerpos, por el derecho a disfrutar de la sexualidad como la elegimos, sin vigilancias, sin castigos, sin normas. Esta lucha, en una sociedad heterosexual, no puede exigir menos que el derecho al aborto y el fin de la violencia hacia las lesbianas. 

Por eso, ¡nunca menos que libertad para abortar! y ¡basta de lesbofobia!

*Un aporte a la construcción de la memoria, activa y militante de la Pepa Gaitán, fusilada el -6 de marzo de 2010- por lesbiana, de Romina Tejerina, de Elsa Rodríguez, Nadia Echazú, Wanda Taddei, Clara Anahí Mariani, Julieta, Andrea, Victoria, Sabrina, Johana, Jésica, Irma, Antonia, Alejandra, Sonia, Laura, Ana, María, Nancy, Emilia, siguen, son muchas más de 500.000…


[1] Según el MSN, en Argentina se producen 500.000 abortos por año. Dicho de otro modo, se produce un aborto por minuto. Dicho de otro modo, cada mujer aborta en promedio 2 veces en la vida.